lunes, 28 de enero de 2013

JORNADA LÚDICO-CREATIVA EN TLÁHUAC


La palabra
Herramienta que empodera, Tláhuac

Programa de Coinversión para el Desarrollo Social del Distrito Federal
SECRETARÍA DE DESARROLLO SOCIAL DEL GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL

Cuenteros y Cuentistas AC
ENTIDADES LOCALES PARTICIPANTES (HASTA EL MOMENTO):
Faro Tláhuac de la Secretaría de Cultura del DF
Av. La Turba s/n (en el interior del Bosque de Tláhuac)
Colonia Miguel Hidalgo
Servicios Educativos de la Delegación Tláhuac,
así como a la Unidad Delegacional Contra la Violencia Intrafamiliar
e INMUJERES en Tláhuac
Enero 22, 2013
EL SER HUMANO AL NOMBRAR EL MUNDO, se nombra así mismo. La palabra es su principal herramienta de comunicación. Oral o escrita, la palabra es la que le abre o le cierra puertas; le muestra caminos a mundos más nobles o más oscuros. Todo dependerá de cómo la manifieste, la argumente, la exhiba. Por eso es muy importante que hombres y mujeres de todas las edades tomemos conciencia de la importancia de conocer su lengua materna como parte de su patrimonio e instrumento valioso que sirve de puente para ponernos en “común” con otras personas. De ahí nuestro quehacer como asociación civil para revalorar la palabra como herramienta que empodera.
2012,  Programa de Coinversión para el Desarrollo Social del Distrito Federal. Excelente oportunidad para llevar nuestro trabajo hacia zonas semirrurales de la delegación Tláhuac; desgraciadamente poco atendidas en materia de bibliotecas públicas, escuelas, universidades, salas de recreación (cine, teatro, danza); deportivos. Cómo acercarnos a estos mundos donde la perspectiva de género no encuentra una imagen acústica; donde el analfabetismo aún es alto y el alfabetismo funcional es lo que predomina, pues saber leer y escribir no necesariamente significa comprender, decodificar, analizar. ¿Y donde el arte y la cultura se ven como manualidades? Cómo contribuir a hacer valer los derechos culturales y a valorarlos como individuos.
    Como parte del proyecto La palabra: herramienta que empodera 2012, decidimos realizar tres talleres dirigidos a jóvenes, mujeres y adultos mayores:
1.    El taller de Alfabetización: La lectura del mundo impartido por Abril Karina Olivares del Río, arrancó el 21 de agosto y concluyó el 2 de octubre en las instalaciones del Faro Tláhuac de la SCDF. Abril exploró la lectura, sí, pero no sólo de textos, sino de rostros, cuerpos, silencios, cabellos; paisajes urbanos, historias de vida… Si todos aprendiéramos que la lectura no es tan funcionalista se nos abrirían mundos.
2.    El taller de Narración con perspectiva de género, encabezado por Hena Carolina Velázquez Vargas. Inició el 23 de agosto y concluyó el 27 de septiembre de 2012 con una presentaron donde los asistentes brindaron una réplica de lo aprendido en el taller y con una función de cuentería donde presentaron el cuaderno-diario que llevaron durante las sesiones (y que les permitió registrar impresiones diversas sobre la equidad y la igualdad entre hombres y mujeres; así como las dificultades para hacer de esta práctica una realidad social); y donde contaron una historia para ejemplificar este ejercicio. También se llevó a cabo en el Faro Tláhuac.
3.    Iniciándose en el ritmo del arte fue impartido por Enrique Ramírez y Elías de Anda -egresados de la Escuela de Artes Plásticas de la UNAM, a través de la cooperación con el Programa Prepa Sí con treinta y cuatro alumnos provenientes todos del Colegio de Bachilleres Plantel 4; de entre los 15 y 18 años de edad. Inició el 18 de septiembre en el Centro Encuentra está ubicado en la calle Océano de las Tempestades s/n entre Monte Apeninos y Montes Carpatos en la colonia Selene, Tláhuac.
El cierre de este proyecto, fue una jornada escénica, lúdica, creativa principalmente de narración oral; pero también a través de una charla sobre el tiempo libre…
    La historia de esta jornada de espectáculos, también es historia de la amistad, del camaraderismo…
Martín González, director del Faro Tláhuac ante la premura del tiempo para completar el proyecto comunitario en esta delegación (20 de enero), nos puso en contacto con Guadalupe Osorio, responsable del área Servicios Educativos de esta demarcación.

    Osorio en la relación de trabajo con el Faro y la celebración de las buenas relaciones, tomó nuestras propuestas como propias y contagio de su entusiasmo a otros, a otras que se sumaron para hacer un elogio a la palabra, como herramienta que empodera.
    Así llegamos a dos escuelas primarias, con el programa de oralidad artística: Un, dos, tres por tod@s. Cuentos para alimentar el alma niña.
·         Una, ubicada en la colonia Del Mar, en la calle Gitana: Escuela René Avilés Rojas;  con 289 niñas y niños del turno vespertino; bajo la responsabilidad del director José Francisco  Ávila Rojas.
·           La segunda, ubicada en el mítico antiguo pueblo de Mixquic, ubicada en una calle que lleva el nombre de otra escuela, sí, pero prehispánica: Calmecac. La escuela es la Tomás Fregoso con 363 niñas y niños del turno vespertino, cuya directora es María Juana Mendoza.
     En ambas escuelas quisimos celebrar la palabra lúdica con dos voces, una novel, fresca, honesta al cien por ciento, joven. La portadora de esa voz es Abril Karina Olivares del Río, coordinadora de promoción y difusión de nuestra casa Cuenteros y Cuentistas AC, además tallerista de alfabetización de adultos mayores y narradora oral desde hace poco más de un año.
    Con respecto a los cuentos con perspectiva de género que narró, Abril Olivares afirma: “las niñas y los niños se siguen sorprendiendo mucho de conocer alternativas más sanas de convivencia y descubrir que no es malo contraponerse a los que los adultos sostienen con respecto a sus actividades infantiles y sus deseos futuros.” Recordó, que una niña le dijo: “Es que yo quiero ser doctora de grande, pero mis papás dicen que no; pero yo voy a ser doctora”… 
    La segunda voz corresponde a la voz de un entrañable amigo, peruano de origen, nacionalizado costarricense quien ha vivido en Argentina y España; quien ha realizado doblajes cinematográficos, locución y publicidad: Enrique Argumedo.
    “Hoy me he sentido más peruano que nunca”, afirma Enrique al referirse a su participación en ambas escuelas públicas, y agrega: “Hablé de la historia de mi país, de su ubicación geográfica, vamos, hasta de la comida y me siento encantadísimo porque las niñas y los niños eran tan receptivos, tan agradecidos con lo que recibían y muy amorosos. Qué feliz me sentí en ambas funciones, pero sobre todo en ese lugar que yo quería conocer por lo de los Muertos: Mixquic; me sorprendió lo lejos que está. Es enorme la ciudad de México”.

     Con respecto a su compañero de jornada artística Abril K. Olivares sostuvo: “Es muy interesante cómo a través de las historias, las niñas y los niños se dan cuenta que, aunque Perú está lejos de México, tenemos culturas tan similares como el tema de los indígenas, construcciones y traza coloniales, frases, costumbres. La distancia entonces no es tanta.” Agrega: “además, en este constante compartir con ellos durante el espectáculo se contribuye a que ellos tomen consciencia de dónde se asienta su escuela, sus casa y por lo tanto su identidad y cultura con reminiscencias nahuatlacas”.
     Contar historias para toda una escuela primaria, no es fácil. Sin embargo, siempre hay un punto en que el cuentero sí logra captar el interés tanto de pequeños como de grandes; aunque sean 200 o más de 300 infantes como fue el caso de estos espectáculos: Un dos tres por tod@s. Bueno, en ambas escuelas los narradores orales se vieron desbordados por la solicitud de autógrafos. Fue muy afortunado trabajar en colaboración con el Faro Tláhuac y las autoridades de esta demarcación, pues eligieron escuelas que verdaderamente necesitan actividades culturales.

     Enrique Argumedo es un enamorado. Durante el 2011 tuvimos la oportunidad de organizarle una gira de trabajo en México; tenía unos meses de volverse de las argentinas a Costa Rica y recién volvía a México… Qué contento se puso con su trabajo y con las personas que fue conociendo en el camino: Amparo Tapia, en Oaxaca; Guadalupe Ibarra, en el estado de México; reencontrarse con Laura Casillas, de Celaya, Guanajuato y María Eugenia Marques, de Zacatecas… En fin, contando y recorriendo espacios mexicanos tomó la decisión de venirse a México una temporada y aquí lo tenemos, ubicado en San Miguel de Allende, Guanajuato. Ojalá el público mexicano lo aprovechemos mucho, pues su candor, intensidad narrativa y su simpatía siempre son envolventes para oídos sensibles y deseosos de alimentar la imaginación.


ABUELAS
Tiempo libre
Espacio de ocio de mucho provecho

Hablar del tiempo libre es también dar cuenta del derecho al ocio, a no hacer nada; a descansar y contemplar el paisaje urbano, la vida…

    Es bien común entre las mujeres adultas y abuelas escucharles decir: “Hoy tengo tiempo: voy a descansar; me voy a poner a remendar o cocinaré a la familia el platillo que tanto les gusta” O bien, aprovechan para arreglar el clóset u ordenar  documentos; hacer las compras pendientes. Todo, menos descansar verdaderamente. 

    En México, como en la mayoría de los países tercermundistas el tiempo libre se ve como “perder el tiempo”. Es un tiempo inútil, perdido, tirado a la basura. Por eso, asistir al Centro Comunitario La Tabiquera, ubicado en la colonia Cananea El Molino, Iztapalapa, colindante con la delegación Tláhuac fue una gran oportunidad. A través de la vinculación de María Luisa Rivera Grijalba, gestora cultural, narradora oral del Faro Tláhuac y es de las pocas mujeres de la tercera edad que no sólo ejerce sus derechos culturales, sino que contribuye a las carteleras capitalinas con su quehacer artístico.

     Con María Luisa Rivera nos organizamos para hablarles a las abuelas del colectivo “Cielito Lindo” del tiempo libre y de sus derechos culturales. Cuando llegamos al espacio comunitario la española Carmen Moronta Torres, trabajadora social y esta cuentera, Florina Piña nos encontramos a varias abuelas con sus pendientes de bordado, tejidos y arreglos para el baby shower de alguna de sus hijas o nietas en semanas de parir. Antes de comenzar la charla con ellas, platicábamos que cómo veían sus familiares que se reunieran todos los viernes, éstas fueron algunas de sus respuestas: “Ay, mami –me dicen mis hijos- ahí te vas a perder el tiempo”; “Cómo ya no tienes nada que hacer, pues te vas”; “Pues qué hacen que te gusta ir tanto, sólo van a pasar el tiempo platicando”…

Definitivamente falta mucha cultura entre los adultos mayores y sus familiares sobre este tema del tiempo libre y de los derechos culturales. Él preámbulo de Carmen Moronta fue un juego; las señoras estaba divertidas y don Javier, el único hombre que se suma a la tertulia matinal de los viernes. “Tenía mucho tiempo que no jugaba”, se repetían entre ellas en medio de risas que a veces estallaban en carcajadas. En el juego de “Casa, inquilino, remolino” debían ocupar el espacio, correr, tocarse casi hasta el abrazo. Fue divertido.


    En el juego siempre alguien quedaba sola o solo. Cómo cuando los hijos y las hijas comienzan a dejar el hogar para formar los propios. Al charlar con las abuelas y con don Javier sobre el Síndrome del Nido vacío, hubo a más de una que los ojos se le nublaron y quien habló para dar su testimonio se les quebraba la voz. “Es muy duro no estar con ellos;” “la vida no vuelve a ser igual, te queda mucha tristeza”; “así es la vida: que se vayan y te dejen sola.” “Yo no estoy triste, porque viven conmigo y cuido a los nietos”.

     La única voz discordante con el discurso imperante fue la de Lupita, una mujer de alrededor de 65 años de edad: “Pues yo estoy muy feliz sin ellos, porque los nietos son responsabilidad de ellos, no mía; además, después de trabajar tanto tiempo y de jubilarme, ahora sí me doy tiempo para ir a bailar, para reunirme con mis amigas; mis nuevas amigas que son ustedes, porque las otras están en sus casas, cuidando nietos.”

      La veintena de señoras presentes ponían los ojos de plato. Sorprendidas. Estaban como asustadas de cómo iba tomando curso la charla. ¿Cuándo fue la última vez que se dieron un regalo o que salieron de viaje recreativo? Se les preguntaba. No había respuestas. ¿Cuándo fue la última vez que lucieron un vestido nuevo?, ¿cuándo fue la última vez que fueron al cine que pasearon en una plaza pública fuera de su delegación? Las preguntas seguían sin respuesta y ellas impactadas por esta falta.

    Con sus enormes ojos azules, la española seguía preguntando y charlando: “En esta etapa de la vida puede ser muy enriquecedor, practicar un envejecimiento activo para seguir creciendo y ayudar, por qué no, a otras personas con dificultades en sus actividades del día a día, y para ayudarles también a crecer a sentirse mejor a sentirse integrados en la sociedad.”

     Desgraciadamente muchos de nuestras abuelas y abuelos se sienten o los hacen sentir inútiles; cuando en ellos hay una experiencia que se puede aprovechar si se compartiera de otra manera, desde la igualdad, el reconocimiento y valoración.

    Carmen Moronta es originaria de Salamanca, España. Estudió diplomatura en Trabajo Social y un posgrado en Desarrollo Comunitario y Nuevas Tecnologías; otro más en  Servicios de Información Juvenil e Información al Ciudadano. Ha laborado como Trabajadora   Social en diferentes organismos públicos y privados con diferentes colectivos de población a nivel individual y grupal. Ha trabajado en la Conserjería de Servicios Sociales de la Embajada de su país de México y Argentina.

    Con el objetivo de combinar la charla sobre el tiempo libre con una actividad recreativa, se planteó que yo narrara un cuento. ¡Qué cuento podría no sólo entretenerles, sino servir como ejemplo de vida lúdica? Ya está: Maria Doz Prazeres, del colombiano Gabriel García Márquez. La historia la adapté a un escenario mexicano y no español; la nacionalidad del personaje femenino la puse argentina y no africana como en el cuento del Gabo. Aunque no mencioné el oficio de María Dos Prazeres; sexoservidora, fui fiel en la historia de esta mujer de más de setenta años que siente que está en el “invierno” de su vida, “el ‘otoño’ ha pasado y la muerte está cerca”. Cuál sería su sorpresa que aún planeando su testamento, su muerte y su entierro, la vida le mostraría una experiencia intensa y bella. Nunca es tarde para vivir.

Florina Piña es comunicóloga y medio literata formada en la UNAM. Es responsable del área de Difusión Cultural del Programa de Educación Superior en Centros de Recreación Social del DF, por parte de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Representante legal de la asociación civil anfitriona, Cuenteros y Cuentistas y cuentera desde el 2000.  


JÓVENES Y ADULTOS
Desaguadero
Cuento contemporáneo

Qué pasa cuando a veces uno quiere algo y no lo consigue. Conseguirlo significara deconstruirse. Reinventarse. Cuál es el costo de ello…
Desaguadero. Cuento contemporáneo es una puesta en escena desde la narración oral, sí; pero también desde el performance cuya base es un texto que el mismo artista escénico creó para la ocasión: su estreno como narrador oral. Es su propia historia, a decir de Pablo Hoyos El Pauli, madrileño de 28 años; artista plástico, poeta, sicólogo, performancero.

Lucio es un pez predador de agua dulce. En los años cincuenta, el dictador español Francisco Franco lo sembró para promover la pesca deportiva dañando el hábitat de otros peces y del mismo Lucio.
“¡¡¡¡Lució, sal; inténtalo. Inténtalo otra vez!!!” Y el Lucio busca traspasar no una laguna, no un río, sino una pecera; un niño de diez años atestigua su agonía intentando atravesar a otro pez: el mismo reflejado en la pecera a través del cachete del infante pegado en el vidrio.

Pablo Hoyos El Pauli toma la escena como si fuera un rifle y dispara una historia de incapacidades, imposibilidades, realidades que cuestan la vida. El público compuesto principalmente por estudiantes del Cetis No. 1 de la colonia Selene, en la delegación Tláhuac, lo miran como si miraran su propia historia. Un reflejo, el reflejo de la adolescencia transitoria a la llamada juventud o vida adulta. No, no, no… Nadie quiere ser Lucio o estar en su piel de pez; pero todos somos Lucio alguna vez. Irremediablemente.

Una docena de cuenteros formados en las instalaciones del Faro Tláhuac también llegaron como público, sorprendidos efectivamente de ver una nueva forma de narrar, de contar una historia. Y es que a El Pauli nadie se le parece. Llevaba su propia pecera, su propio lago de aguas dulces. Un bote de pintura, a tres cuartos de agua, El Pauli-Lucio se mete a nadar, a intentar salir del charco, hasta que cae. Cae sobre el escenario con su historia. Y en el cemento comienza a nadar. A intentar salvarse. El público se inclina hacia adelante como queriendo atestiguar de más cerca la agonía. El público se inclina como si quisiera vomitar su propia historia; o como si bocanara su propio cuento realista.

Quien vomita su historia es Pablo Hoyos. “Cinco minutos de práctica: quiero ser bailarín; cinco minutos de práctica: quiero ser cuentero. Todo, todo, todo quiero ser en cinco minutos. Yo que soy un oso, un oso invencible. Un oso, sí, que no soy un oso, que sólo traigo el disfraz de oso. De conquistador. ¡¡Yo soy Lucio!!” Y más de uno en las gradas tragamos saliva. Todos somos Lucio, sí señor.

Entre el público está el profesor Guadalupe Osorio e Isabel Martínez, de Servicios Educativos de la delegación Tláhuac. La respuesta del público les complace. Él se supone está de vacaciones, pero es un buen anfitrión y gestor cultural de tiempo completo. En esta tarea encomendada por contribuir en la apropiación del espacio público propuso llevar este espectáculo en el Parque ESCA, ubicado entre Eje 10 Sur y Mar de las Lluvias; ahí donde Lució se ahogo en su propio Desaguadero. ¡¡Abrid la botella, celebremos!!





Desaguadero. Cuento contemporáneo es una puesta en escena que lo mismo es performance, narración oral, monólogo, danza contemporánea.
Como parte del elenco de esta jornada cultural, el profesor Ignacio Morales leyó la poesía de Mario Benedetti en voz alta: “Los formales y el rico”; así como de Jaime Sabines, “Me encanta Dios”; acompañado musicalmente por el violinista Ricardo García, miembro de la Orquesta Sinfónica de Coyoacan; quien ofreció un recital de cerca de cuarenta minutos como final de la jornada. La estudiantina es del Instituto Tecnológico Uno y abrió la jornada con tres canciones.
En el momento más climático llegamos a ser cerca de sesenta personas como público. A la hora en que comienza el cenit, registraba fotográficamente el trabajo de Pablo Hoyos El Pauli; también Edith Vázquez, fotógrafa de altos vuelos estaba ahí. Trabajando en sábado a medio día y “hasta la chingada, no manches; está relejos”. Y sí, nos echamos completa la nueva línea Dorada que va de Mixcoac a Tláhuac y de ahí un taxi y de ahí, otro taxi para ir por las frías al centro de la demarcación “pa’bajar el calor y la emoción; y para celebrar con el amigo, el compa, el carnalito: en hora buena Señor”.  
l concluir, una estudiante del Cetis 1 se me acercó para agradecerme. Estaba conmovida, repetía “Gracias, gracias, de verdad gracias; muchas gracias, de verdad. Gracias por traernos esto.” Y sí, es verdad que Cuenteros y Cuentistas contribuimos para llevar a El Pauli a este parque enrejado, con unas gradas de cemento y un techo de lona. Páramo de la delegación Tláhuac. Pero también los compas del Faro Tláhuac; también el Programa de Coinversión para el Desarrollo Social del Distrito Federal. Hacemos buen equipo. Gracias.
La próxima semana concluimos el proyecto La Palabra: herramienta que empodera en el mero Centro de Tláhuac, con un espectáculo con perspectiva de género: Mujer, cabellos de estrellas,  a cargo de Hena Carolina Velázquez, especialista en la materia, becaria del FONCA en materia de narración oral. Y aunque ya no cabrá en la crónica, porque tenemos que entregarla a la brevedad, sabemos que será un éxito, pues la magia del cuento y su impacto son inevitables. La vinculación fue a través de Inmujeres Tláhuac y la Unidad Delegacional Contra la Violencia Intrafamiliar.
Mientras miraba sorprendida a la chica, a la estudiante del Cetis 1, que reiteraba su agradecimiento por el espectáculo Desaguadero yo Florina Piña, me preguntaba: “Qué raro que se haya acercado a mí, para agradecer (yo que paso desapercibida, o eso intento)”; pero ante su insistencia por agradecer, yo también respondí en automático: “No, gracias a ti por acudir a la convocatoria, gracias de verdad. Gracias a todos los que nos ayudaron a llegar aquí. Gracias. Es bien chido venir a Tláhuac, es la onda, es la neta. Gracias de verdad. Gracias.”

¡Gracias!


No hay comentarios:

Publicar un comentario